viernes, 2 de marzo de 2018








Me llamo Lidia Muriel y estudio Filología Hispánica. La pasión de mi vida es la literatura. No puedo expresarlo con mayor claridad, la literatura es el único medio que me permite escapar de mi realidad del día a día, adentrarme en universos mágicos con los que siempre he soñado y vivir increíbles avenuras. Pero fuera y aparte, también me gusta la literatura por el bello  mensaje que transmiten las palabras y como cada escritor usa las palabras para transmitir de la manera más bella todo tipo de sentimientos y emociones, hasta el punto de hacerte sentir como si estuvieras dentro de su universo. Mi trabajo de fin de carrera trata sobre la poesía trovadoresca de amor cortés precisamente porque me encanta como se trataba el tema del amor en la Edad Media y sobre todo como los poetas de esta época se expresaban sobre el amor. Espero a lo largo de este recorrido indagar más sobre este bello tema y profundizar sobre cada aspecto que se relaciona con esta tradición y como ha evolucionado hasta nuestros días

lunes, 26 de mayo de 2014

Símbolos frecuentes en Bodas de Sangre

Durante toda la obra de Federico García Lorca se pueden apreciar símbolos que son fundamentales para la comprensión del mismo. Algunos de ellos son:

- La corona de azahar. El azahar es una flor que simboliza tradicionalmente la pureza de la mujer, en este caso, la corona de azahar en la cabeza de la novia refleja claramente la pureza de esta.


- El caballo: Es un elemento que aparece en las nanas. Representa la masculinidad y la pasión con una connotación oscura, en relación con la muerte.
















-Los colores:

. Amarillo: simboliza el desengaño.
. Azul: la inocencia
. Blanco: la pureza o la tristeza.
. Negro: la viudez, la muerte.
.Verde: la frustración y la muerte.

-Las armas: el cuchillo, la navaja y el puñal: son instrumentos de sacrificio relacionados con la poesía de Federico García Lorca. Estas serán responsables de las muertes que se producen. Como mal presagio de su simbolismo, la madre del novio despotrica sobre ella en la primera escena de la obra.














- Otras plantas, además del azahar:

. El clavel:  otra flor que aparece con frecuencia. El clavel simboliza la pasión del hombre.













. La rosa: simboliza la mujer, la juventud y la belleza. Las alusiones a las flores son muy frecuentes en esta obra, sobre todo en relación a la novia.















Otros símbolos:

-La luna: La luna representa a una divinidad femenina y aparece como mensajera de la muerte.
- El río: Impulso sexual.
-La sangre: Oposición entre la vida y la muerte.
- La serpiente: Símbolo del deseo incestuoso.
-La Tierra: Monstruo que necesita sacrificios humanos. Aparece identificado con la mujer.
. El toro: El toro es un símbolo propio de la tierra de Andalucía. De forma semejante al caballo, encarna la fuerza y la virilidad del varón.

lunes, 19 de mayo de 2014

Por supuesto, tras reconocer a su odiado rival tras su encuentro, este también le echará en cara su desprecio:

¿Eres monstruo del infierno,
prodigio de atrocidades?

Baste.
¡Muerte y exterminio!
¡Muerte para los dos!
Yo matarme sabré, teniendo el consuelo
de beber tu inocua sangre.

Don Alvaro está tan dolido y tan herido que ya no le importa que el demonio se haya apoderado de sus instintos y esta vez, contrariamente a lo que sucedión con el Marqués o con Don Carlos, este combatirá voluntariamente con Alfonso para matarlo, e incluso, cuando Alfonso le pide que salve su alma, este se niega, alegando que no es un ministro de Dios, sino un demonio:

¡No, yo no soy más que un réprobo, presa infeliz del demonio! Mis palabras sacrílegas aumentarían vuestra condenación. Estoy manchado de sangre, estoy irregular... Pedid a Dios misericordia.

Finalmente, cuando aparece Leonor, Alvaro se siente feliz por un instante, al ver que ha vuelto a ver a su "ángel", pero su felicidad solo dura un instante, porque Alfonso le provoca la muerte cumpliendo con la venganza prometida a su padre. Ante tanto sufrimiento y tanta destrucción, Don Alvaro, consumido por la culpa a la que le han llevado sus viles actos, se dispone a acabar con su mísera existencia arrojándose desde un risco suplicando al infierno que se lo trage, totalmente condenada su alma:

Infierno, abre tu boca y trágame! ¡Húndase el cielo sobre mí, perezca la raza humana, exterminio, destrucción...!

Yo soy el demonio exterminador, huid, miserables.

Interpretación del enfrentamiento entre Don Alvaro y Don Alfonso

Sin duda, el tema más difundido durante el siglo XIX y al que podemos asociar el enfrentamiento entre Don Alvaro y Alfonso Calatrava es el del satanismo, el cual se muestra presente durante toda la obra, ya que todos los personajes se dejan llevar por sus más bajos instintos para lograr su cometido (venganza, asesinato, usurpación de identidad)...

En el caso de la figura de Don Alvaro, la vinculación con el satanismo es más que evidente, ya que, aunque no lo desee, está condenado a causar destrucción y muerte a su alrededor y a sufrir él mismo por no poder lograr el amor de su querida Leonor. En la V jornada es donde más claramente se manifiesta la naturaleza demoníaca de este personaje y de Alfonso.

En primer lugar, cuando Melitón y el Padre Guardián están hablando sobre Alvaro (el Padre Rafael) lo describen con una personalidad demoníaca, la misma encarnación del demonio. Posteriormente veremos ponerse de manifiesto esa naturaleza cuando Alfonso se niegue a concederle su perdón, totalmente motivado por el rencor, la venganza y su honor mancillado (recordemos que el honor es uno de los grandes temas de esta obra).

En Don Alfonso podemos apreciar su naturaleza satánica cuando, de muy mal modo, se dirige a Melitón con el pretexto de buscar al Padre Rafael, refiriéndose a él como "el del infierno". Además, el hecho de que aparezca disfrazado también de monje, como Don Alvar, acentúa su carácter diabólico. El hecho de que los personajes adopten falsas apariencias para lograr sus propósitos también se encuentra muy asociada al satanismo, en este caso, a través de la mentira, el engaño y la burla.

El mismo Alvaro, al estar en presencia de Alfonso, reconoce haber sido víctima de sus pasiones y de vanos pensamientos, incluso rebajándose al nivel de su rival.

De los vanos pensamientos
que en este punto en vos arden
también el juguete he sido,
quiera el señor perdonarme.

Víctima de mis pasiones
conozco todo el alcance de 
su influjo.

Don Alvaro reconoce él mismo ser una criatura infernal que está condenada al infierno y en su trágico destino predice el funesto final de ambos:

¿Qué hiciste?... ¡Insensato!
Ya tu sentencia es segura:
¡Hora es de muerte, de muerte!2100
¡El infierno me confunda!




lunes, 12 de mayo de 2014

Don Carlos llega a España haciéndose llamar Don Félix de Avendaña y Don Alvaro Fadrique de Herreros, ambos se encuentran cuando Alvaro, sin reconocerlo, lo cura al ser atacado por otros soldados, tras lo cual este se lo agradece y ambos se presentan dándose sus falsas identidades y Don Carlos incluso llega a elogiarle como capitán español y se ofrece a combatir a su lado. En otra ocasión, en una batalla, es Alvaro (Fadrique) el que resulta malherido y Don Carlos lo lleva al cirujano para que cure sus heridas y le pide que sea fuerte y que se salve para que continúe con sus hazañas, que cuando eso suceda el rey lo premiará y  hasta adornará su pecho con una encomienda de Santiago de Calatrava. Al oír esto Alvaro se pone muy nervioso y se desmaya, cuando despierta, le pide a Don Carlos que saque de su maleta unos papeles y que los custodie cuando él muera. Más tarde, cuando se queda a solas, Don Carlos comienza a sospechar que Fadrique podría ser su odiado enemigo por su reacción al oír el apellido de Talatrava, lo cual confirma al abrir una carta de Leonor, tras esto olvida todo el respeto que había sentido antes por Alvaro
, sustituyéndolo el odio y se jura vengarse de ambos y matar a Alvaro.

domingo, 11 de mayo de 2014

Monólogo Jornada III Don Alvaro o la fuerza del sino

El monólogo de Don Alvaro se sitúa en la Jornada III, al principio de la jornada III, en la que él ha huido a Italia haciéndose pasar por soldado y que se encuentra en una selva oscura.. En él Alvaro expresa su deseo por la muerte y su desprecio por la vida, lamentando haber nacido y que la vida sea tan larga para él, llena de penurias y fatalidades, y tan larga para aquel que vive entre honores y es feliz, ya que la vida para él no tiene sentido sin Leonor, a la que  cree muerta, aunque, como sabemos por la jornada anterior, ella en realidad, tras pasar un año en casa de una tía suya, y llena de culpa por la muerte de su padre, decidió ingresar en el convento del Padre Guardián, situado en una serranía cordobesa. Este monólogo resalta un rasgo muy común en el Romanticismo, que es el pesimismo o la fatalidad, que reproduce el tópico del contemptus mundi (menoprecio del mundo y de la vida) muy común también en la Edad Media. Asimismo, este monólogo es precursor del trágico destino por el que está marcado Don Alvaro desde su nacimiento y de las desgracias que le acontecerán , ya que él, además de vivir sin la mujer que ama y acusado de un crimen que no ha cometido intencionadamente (el del Marqués de Talatrava, padre de Leonor) está condenado a matar sin querer también a los otros dos hijos de este, Don Carlos, al descubrir su identidad como soldado en Italia y a Don Alfonso, cuando en la última jornada lo descubre con la identidad del Padre Rafael en el convento de los Angeles. Y para la máxima fatalidad, descubre que su amada Leonor está viva justo antes de verla morir definitivamente a manos de su hermano, lo que culmina con el suicidio de este.